Por: Mateo García
"Así nos trató el gobierno de Francia Márquez. Los cambios que nos prometieron fueron peores", dijo un comerciante en la céntrica galería del mercado dominical, donde automóviles, jeeps y Seabus transportan mercancías y personas. comerciante dijo: De muchas zonas del norte del Cauca.
En sus manos, duras y desgastadas por toda una vida de trabajo, el comerciante sostenía un montón de plátanos que no había vendido en toda la mañana. Llegó a la tienda de ropa, nuevamente sin suerte, por lo que dividió su almuerzo personal en tres partes para maximizar la cantidad de boca chico, arroz, yuca y sancocho.
“Es una persona bien vivida”, añadió con gracia la mujer, que admitió haber votado por Francia. Lo dijo con una sonrisa, como si el eslogan de campaña que presentaba a Colombia una de las filosofías de vida afro se hubiera convertido en una broma. Esa decepción se reflejó en el hecho de que desapareció un mural dedicado a Márquez en una de las calles más transitadas de la zona, a pocas cuadras de la galería. Este homenaje fue pintado durante una campaña para mostrar el apoyo de la gente a su país. Francia usó su puño orgulloso para mirar a la gente que pasaba por la calle estrecha con fuerza y seriedad. Detrás de ellos estaba el paisaje montañoso típico de la región, y hermanos de todas las etnias izaron banderas y comandantes.
En octubre de 2023, un año y dos meses después de que asumiera el poder, los residentes locales lo cubrieron con pintura rojo sangre. Comenzaron a utilizar rodillos para cubrirle la cara. Hoy no queda rastro de los murales que borraron con pintura blanca, justo cuando se desvanece la esperanza de ver un país que durante mucho tiempo ha sufrido el abandono del poder central.
De hecho, el Estado no involucra activamente a las comunidades locales. Como ejemplo, una máquina amarilla enviada por el gobierno central sirvió para adecuar los caminos que conducen a la casa de Francia Márquez y sus seres queridos.
Suárez está conformado por ocho corregimientos y un resguardo indígena. Tienen 80 comités de acción comunitaria y asociaciones de agricultores. El centro comercial está ubicado en el centro de la ciudad y cuenta con panaderías, restaurantes, cafeterías, ferreterías y otras instalaciones que satisfacen las necesidades de la zona.
Existe una separación implícita entre afrocolombianos, agricultores y pueblos indígenas, y las relaciones comerciales y sociales también siguen esta lógica. Dentro de la tienda suena música alta y la gente a su alrededor se saluda calurosamente, pero está claro que los suareños viven con un sentimiento de desconfianza.
Los llamados domicirs, u hombres en motocicletas que hacen recados para los montañeses, están afiliados al grupo rebelde FARC, el único grupo armado que controla la región. Alertan de cualquier actividad inusual y patrullan la zona vestidos de civil y con pistolas al cinturón.
La mayoría tiene apariencia indígena, pero también hay miembros de grupos africanos, la mayoría de los cuales son del pueblo de La Toma, donde nació y creció Francia Márquez. Estos son parte de la llamada Guardia Cimarrón, y los lugareños sospechan que están afiliados al Frente de Estado Mayor Central de las FARC.
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